Componentes de los aceites esenciales y propiedades ansiolíticas

9788420682518Como es de suponer comenzaré explicando qué entendemos por ansiedad. Para profundizar sobre este tema, os recomiendo la lectura de uno de los libros que no deberían faltar en nuestra biblioteca “¿Por qué las cebras no tienen úlcera?” del neurobiólogo, Robert Sapolsky.

Parafraseando a Sapolsky, la ansiedad es como una sensación de inquietud, de malestar, de arenas que se mueven de forma constante y amenazadora bajo nuestros pies, donde la alerta constante es la única esperanza de protegernos de forma eficaz.

Esta sensación o estado de alerta, y la consecuente necesidad imperiosa de escapar de ese agente amenazante real que pone en peligro nuestra supervivencia, es provocada por la ancestral emoción de miedo, y es esta emoción de miedo la responsable de que en el cuerpo se inicie toda una serie de reacciones que van a dar lugar a la maravillosa, milenaria, natural y adaptativa respuesta fisiológica de estrés, responsable de que podamos superar esa situación amenazante y preservar nuestra especie.

Sin embargo, y a diferencia de la respuesta de miedo, la ansiedad tiene que ver más con la amenaza, el presagio y el poder de arrastre de nuestra imaginación, es decir, la ansiedad se basa en una distorsión cognitiva, en la que sobrestiman los riesgos y la probabilidad de un resultado negativo.

Generalmente, los trastornos de ansiedad están asociados con una respuesta de estrés crónica que conlleva una excesiva activación del sistema nervioso simpático y una abundancia de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) en circulación, una respuesta inadaptativa en la que el cuerpo no ha tenido la oportunidad de superar al agente estresante y como consecuencia recuperar su homeostasis corporal.

Por otro lado, y para poder entender mejor cómo actúan los diferentes compuestos bioquímicos que contienen los aceites esenciales sobre el sistema nervioso y el control de la ansiedad, expondré unos conceptos básicos de neurofisiología, y para ello, comenzaré hablando de la principal unidad funcional del sistema nervioso, la neurona.

Las neuronas no se presentan de manera aislada sino que están interconectadas dentro de circuitos o rutas neurales con funciones específicas.

Constan de 4 regiones anatómicas: las dendritas, el cuerpo celular o soma, el axón y las terminales pre sinápticas del axón o botón terminal.410px-structure_of_neuron_espLas dendritas reciben las señales de otras neuronas y actúan sobre proteínas receptoras especializadas, los receptores.

El axón, es la unidad conductora de la neurona y transmite el impulso eléctrico a la terminal presináptica. Cerca del extremo, los axones se ramifican en terminales presinápticas que cuando reciben un potencial de acción transmiten señales químicas a la célula adyacente, este lugar de contacto se denomina sinapsis, y está formado por la terminal presináptica de una célula (célula presináptica de la que parte el impulso), la superficie receptora de la célula adyacente (célula postsináptica, la que recibe el impulso) y el espacio entre ambas o hendidura sináptica.

Es decir, se entiende por sinapsis a la comunicación entre neuronas o una neurona y una célula muscular.

Podemos diferenciar dos tipos de sinapsis, la química y la eléctrica, en esta última no intervienen neurotransmisores, de los que hablaremos más adelante, luego a nosotros nos va a interesar la sinapsis química que es además la que más predomina entre los animales vertebrados.

Por otro lado, las terminaciones presinápticas contienen unas vesículas llenas deca3c29_94a5c7009a6a453da38612b17ac3d0ee neurotransmisores que pueden liberar su contenido en la hendidura sináptica. La superficie receptora de la célula postsináptica va a poseer unos receptores específicos para los diferentes tipos de neurotransmisores que se liberan desde la terminal presináptica.

Existen distintos tipos de neurotransmisores, cada uno de ellos con distintas funciones. La existencia de la gran variedad de neurotransmisores permite hacer que el sistema nervioso cuente con una amplia gama de comportamientos, lo cual es necesario para adaptarse a un entorno que cambia constantemente.

En medicina existe una clasificación de determinados problemas en función de los neurotransmisores implicados. Nosotros nos centraremos en los neurotransmisores asociados a los trastornos de ansiedad y cómo determinadas moléculas aromáticas pueden llegar a modularlos.

La serotonina (5-HT), es comúnmente conocida como el neurotransmisor de la felicidad. Niveles bajos se asocian a la depresión, la obsesión, irritabilidad, hipervigilancia, bulimia, granuloma por lamido, etc..serotonina1

Además de su relación con el estado de ánimo desempeña distintas funciones dentro del organismo, por ejemplo: ejerce un papel fundamental en la digestión, el control de la temperatura corporal, el deseo sexual, el aprendizaje o en la regulación del ciclo sueño-vigilia (favorece la producción de melatonina).

La dopamina está implicado en las conductas adictivas y es la causante de lasdopamina-e-serotonina sensaciones placenteras, impulsa al dinamismo, la vitalidad. Entre sus funciones también encontramos la coordinación de ciertos movimientos musculares, la regulación de la memoria, los procesos cognitivos asociados al aprendizaje e incluso en la toma de decisiones. También está asociada a la motivación, curiosidad por las cosas de la vida…

El GABA (ácido gamma-aminobutírico) actúa como un mensajero inhibidor del sistema nervioso, por lo que frena la acción de los neurotransmisores excitatorios. Contribuye al control motor, la visión y regula la ansiedad, entre otras funciones. Sus receptores son activados por las benzodiacepinas.

Dependiendo de qué neurotransmisor, de los que hemos visto con anterioridad, sea liberado por las neuronas, van a recibir el siguiente nombre:

  • Neuronas serotoninérgicas: transmiten serotonina (5-HT).
  • Neuronas popaminérgicas: transmiten dopamina.
  • Neuronas GABAérgicas: transmiten GABA.

Otros conceptos importante a tener en cuenta para entender cómo funcionan los aceites esenciales y sus propiedades ansiolíticas son los fármacos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Los ISRS incrementan los niveles de serotonina al inhibir su recaptación hacia la célula presináptica, esto provoca que aumente la cantidad de serotonina en la hendidura sináptica disponible para unirse al receptor postsináptico.

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Aceites esenciales, moléculas aromáticas y propiedades ansiolíticas

Como ya bien sabemos los aceites esenciales son extractos botánicos concentrados de naturaleza lipófila biosintetizados por las plantas aromáticas.

Otro punto importante a tener en cuenta es que los aceites esenciales tienen un bajo peso molecular, son capaces de atravesar las membranas celulares y proporcionar efectos farmacológicos en concentraciones nanomolares, similares a las drogas comerciales.

La cromatografía de gases-espectrometría de masas es una técnica que ha permitido obtener los diferentes componentes que forman los aceites esenciales,  facilitando de este modo averiguar cuáles son los componentes activos en la plantas.

Para enumerar los aceites esenciales, o bien, las moléculas aromáticas que confieren su bioactividad en los trastornos de ansiedad he consultado diferentes estudios científicos  que respaldan su eficacia clínica y cuyas fuentes añadiré al final del texto.

La lavanda angustifolia es la especie más utilizada por sus propiedades calmantes, equilibrantes del sistema nerviosa o ansiolíticas. Su bioactividad ansiolítica se asocia a la presencia de dos componentes: el linalol y el acetato de linalilo.

La cromatografía de diferentes muestras de lavandas señala que las concentraciones de linalol pueden variar entre 27-57 %, y las de acetato de linalilo entre 4-35%.

Aunque la proporción de acetato de linalilo es mayor, se considera al linalol como el componente activo primario, sin embargo, se ha de tener en cuenta que sus efectos farmacológicos se deben a la actuación conjunta de ambos componentes, incluida su actividad calmante y sedante.

Además, hay estudios que han llegado a la conclusión que no existe una relación entre el contenido de linalol de un aceite esencial y un efecto ansiolítico, sin embargo aceites esenciales que contenían ambas moléculas: linalol y acetato de linalilo si mostraban la presencia de un efecto ansiolítico del linalol.

Los mecanismos de acción del aaee de lavanda en el trastorno de ansiedad según estudios clínicos administrado vía oral, tópica y respiratoria, parece estar relacionado con:

  • Inhibición de los canales de calcio (bloqueadores de los canales de calcio). Los antagonistas de calcio Ca2+ reducen la presión arterial al impedir que el calcio ingrese en las células del corazón y las arterias, consiguiendo que los vasos sanguíneos se relajen, incluso también pueden actuar reduciendo la frecuencia cardiaca.
  • Papel importante sobre el sistema serotoninérgico. La transmisión serotoninergica desempeña un papel importante en el efecto ansiolítico del aaee de lavanda probablemente mediada por los receptores 5-HT
  • Otro mecanismo de acción puede estar mediado por el receptor 5HT-1A en áreas específicas a través de la reducción general de su expresión y potencial de unión (ISRS)
  • Aumento tono parasimpático. El aaee de lavanda parece tener efectos sobre SN parasimpático ayudando a aliviar los síntomas somáticos de la ansiedad caracterizados por la excitación.
  • Puede inhibir reversiblemente las corrientes inducidas por GABA, las interacciones del linalol con el sistema glutamatergico y el receptor NMDA también han sido descritas. Pueden antagonizar el receptor NMDA e inhibir el SERT.
  • La participación del complejo GABA/benzodiacepina es poco probable, su mecanismo de acción difiere al de las benzodiacepinas, es decir sin actividad GABA/benzodiacepina.
Otros aceites esenciales ansioliticos y modo de acción
  • Citrus aurantium L: serotoninérgico (5-TH1A).
  • Citrus limon: serotoninergico (5-HT1A), GABAérgico (benzodiacepinas).
  • Citrus bergamia: GABAérgico.
  • Cymbopogom citratus: GABAérgico (benzodiacepinas).
  • Melisssa officinalis: Inhibe irreversiblemente las corrientes inducidas por GABA.
  • Valeriana officinalis: actividad sedante basada en los efectos sobre SNC.
  • Cananga odorata: serotoninergico y dopaminergico.

Según los estudios realizados se llegó a la conclusión que entre los componentes de todos los aceites esenciales estudiados con actividad ansiolítica no se encontró ninguna característica química común a todos, excepto su bajo peso molecular. Por lo tanto no se han podido establecer relaciones estructura-actividad para los compuestos psicoactivos de los aceites esenciales.

Luego, después de todo lo expuesto podemos deducir el beneficio que podemos obtener a través del uso de aceites esenciales que cumplan todos los criterios de calidad, 100% naturales, puros e íntegros, en el tratamiento de dolencias neuropsíquicas en animales que cursen con síntomas agitación o ansiedad.

Para ello, podremos utilizar los aceites esenciales  vía inhalatoria, a través de difusiones atmosféricas, vía oral (finalidad sistemática), o vía tópica mediante la perfusión aromática (finalidad sistémica), siempre en dosis terapéuticas correctas y respetando las precauciones requeridas.

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Fuentes:

 

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