Al igual que en los humanos, la piel de los animales está formada por una serie de capas. Y aunque está diseñada como una perfecta barrera permeable y selectiva en cuanto a la entrada de sustancias desde el exterior, se sabe que es capaz de absorber muchas de estas sustancias que son aplicadas sobre ella.
En primer lugar, veremos cómo es la anatomía básica de la piel.
Como ya he dicho con anterioridad la piel está formada por una serie de capas, la capa más externa es la denominada epidermis, y ésta a su vez se compone de diferentes capas denominadas estratos: estrato córneo, cuyas células se denominan corneocitos, estrato granuloso, estrato espinoso, y por último, el estrato basal.
A medida que las células de la piel maduran van emigrando desde el estrato basal hasta el más superficial, el estrato corneo, convirtiéndose en células duras, resistentes y muy queratinizadas.
Estos corneocitos permanecen finalmente unidos entre sí mediante corneodermosomas, y están cubiertos por una envoltura cornificada que tiene una porción proteica y otra lipídica y es la que les provee de resistencia mecánica y química haciendo que sean una barrera altamente efectiva para la entrada de sustancias, así como para impedir la perdida de agua transepidermica del cuerpo.
El estrato córneo es una estructura ampliamente especializada e impermeable al agua, excepto por un pequeño flujo que sirve para mantener su hidratación y su flexibilidad, y como vamos a ir viendo, va a ser funcionalmente la estructura de la epidermis más importante en el control y limitación de la absorción percutánea.
Su estructura a menudo es comparada con una pared de bloques en la que los queratinocitos o corneocitos son los ladrillos, y los cuales, se encuentran embebidos en una matriz de lípidos intercelulares que serían el cemento. Estos lípidos, principalmente ceramidas, ácidos grasos y colesterol, son el elemento esencial de la barrera frente al agua, mientras que los corneocitos son quienes protegen contra la abrasión continua de sustancias químicas o físicas. Los lípidos en el espacio intercelular se organizan en forma de capas dobles cuyas porciones lipídicas están separadas entre sí por un espacio hidrofílico.
Por todo ello, el estrato córneo representa el principal obstáculo de la piel a la penetración de sustancias debido a su alto contenido de queratina, lípidos intercelulares y el bajo contenido de agua, considerándose un factor limitante en la velocidad de absorción.
La capa subyacente a la epidermis es la dermis, consiste en tejido conectivo y podemos encontrar terminaciones nerviosas, glándulas sudoríparas ecrinas y apocrinas (aunque en el caso del perro y del gato y de otros mamíferos las ecrinas están restringidas prácticamente a las almohadillas), glándulas sebáceas, folículos pilosos, vasos linfáticos y vasos sanguíneos, a diferencia de la epidermis que es avascular.
Cuando se administra una sustancia a través de la piel, puede alcanzar los capilares sanguíneos de la dermis y llegar hasta la circulación sistémica a través de dos rutas fundamentales de acceso: la vía transepidérmica y la vía transapendicular.
La importancia de estas vías de absorción estará en función de las moléculas utilizadas.
Las sustancias lipofílicas y de bajo peso molecular, como son los aceites esenciales, penetrarán rápidamente por la capa córnea y por los lípidos de la glándulas sebáceas. Por otro lado, las sustancias iónicas y compuestos polares se difundirán más rápidamente a través de los anejos, al menos en los estadios iniciales antes que se establezca un equilibrio en la difusión a lo largo de la capa córnea.
Una vez que el aceite esencial es aplicado sobre la piel, generalmente junto un aceite vegetal vehicular, puede ocurrir que se disuelva en el sebo del manto hidrolipídico y difunda a través del folículo piloso, glándula sebácea y sudorípara mediante la vía transapendicular, o bien que penetre en la capa córnea y se difunda a través de la vía transepidérmica.
1. Vía transepidérmica:
Las moléculas polares y no polares se difunden a través del estrato córneo por diferentes mecanismos:
1.1.Intracelular (directo):
Se produce a través de los corneocitos. Esta vía es extremadamente difícil debido a la doble envoltura corneolítica, sin embargo, la penetración de compuestos a través de los corneocitos no puede ser excluida de las posibles rutas de penetración.
El estrato córneo se hidrata, acumula el agua, y es a través de esta agua inmovilizada por donde las moléculas polares pueden atravesar la piel.
1.2.Intercelular:
Esta ruta es la elegida por la mayoría de las sustancias lipófilas para acceder a las capas más profundas de la epidermis.
El proceso de difusión se produce en los espacios intercelulares (cemento intercelular) a través de los canales lipídicos que hay entre las células del estrato córneo, los corneocitos (los ladrillos). Está vía será preferente sobre todo en los compuestos liposolubles, este sería el caso de los aceites esenciales.
2. Vía transapendicular:
Esta vía de absorción percutánea se realiza a través de los anexos cutáneos: las glándulas sudoríparas y el sistema pilo-sebáceo siendo la vía más rápida de absorción.
El área ocupada por los anexos cutáneos no es muy elevada, sin embargo, no debe despreciarse su consideración como posible ruta.
1. Transfolicular:
Se realiza a través del aparato pilosebáceo o unidad pilosebácea, y está relacionado con la presencia de un mayor o menor número de folículos pilosos. En el humano 40-70 /cm2, dependiendo del lugar anatómico, y en animales unos 4000/cm2, como vemos tienen una «ligera» ventaja!
La unidad polisebácea, está constituida por el folículo piloso, el pelo y la glándula sebácea. Hay quienes opinan que esta vía es la óptima para la absorción percutánea, ya que las moléculas sólo tienen que atravesar la capa basal del folículo piloso. En la unidad pilosebácea la epidermis se vuelve más delgada, hasta reducirse, al nivel de la base del pelo, o lo que es lo mismo a una única capa de células no queratinizadas.
Se debe tener en cuenta que la secreción de sebo por parte de las glándulas sebáceas origina un ambiente lipofílico que puede influir en la absorción, luego si la sustancia que ha de atravesar la piel es capaz de difundirse en el sebo del folículo piloso, o lo que es lo mismo son lipófilas, y los aceites esenciales lo son, podrá acceder a la dermis y llegar a la microcirculación sistémica con gran facilidad.
2. Transudorípara:
Esta vía tiene lugar a través de las glándulas sudoríparas ecrinas, en concreto a través de los tubos excretorios formados por células vivas, que se extienden desde la profundidad de la dermis hasta el estrato córneo. A través de ese conducto pueden acceder a la dermis sustancias de carácter polar, hidróflas de bajo peso molecular y que sean solubles en el sudor; así puede llegar a la base de la glándula sudorípara, que al no ser queratinizada, no ofrece ninguna resistencia a ser atravesada y se producirá la absorción del compuesto.
Es la vía menos importante ya que únicamente proporciona una pequeña ruta de absorción, menos del 0,1%.
Tanto la ruta transfolicular como la sudorípara pueden ser más importantes para la absorción de iones y para las moléculas de gran polaridad, que tienen una permeabilidad baja a través del estrato córneo.

Como ya bien sabemos la naturaleza de los aceites esenciales es lipófica, es decir “amantes de la grasa” y esto implica que son altamente solubles en grasas y pobremente solubles en agua, por lo que deducimos después de todo lo visto con anterioridad que los aceites esenciales tienen una alta tendencia a la absorción transdérmica, en concreto vía transepidérmica a través de los espacios intercelulares y su matriz lipídica y vía transapendicular a través del aparato pilosebáceo.
Otro punto importante a tener en cuenta es que existen factores que van a modificar el transporte percutáneo, así como la velocidad o cinética de la absorción percutánea.
Hablamos de factores biológicos como la edad, el estado fisiológico de la piel, su temperatura, la zona de aplicación, diversas variables anatómicas, a menor espesor mayor penetración (el grosor de la capa córnea es inversamente proporcional a la absorción percutánea), la hidratación de la piel o su metabolismo, así como factores tecnológicos como son modo de aplicación del producto, la extensión o el espesor, el tiempo de contacto sobre la piel o los excipientes utilizados.
Con respecto a la ubicación de la aplicación de la piel, las áreas con las capas epidérmicas más delgadas y las áreas ricas en glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas y folículos pilosos, son las mejores áreas de absorción transdérmica. En este aspecto lo tenemos fácil al trabajar con animales.
De la piel a la sangre.
Para hablar de este aspecto os mostraré el siguiente estudio:
“Percutaneous absorption of lavender oil from a massaDe oil” by W. Jäger, G. Buchbauer, L. Jirovetz, and M. Fritzer, Institute of Pharmaceutical Chemistry (W.J., G.B., L.J. ) and Institute of Medical Chemistry (Mo F. ), University of Vienna.
En el estudio se demuestra como el aceite esencial de lavanda se encuentra en cantidades rastreables en el torrente sanguíneo, en concreto restos de sus dos principales componentes, el linalol y el acetato de linalilo, después de haber sido aplicado vía tópica en una mezcla al 2%, en aceite vegetal de maní. Ambos componentes se identificaron 15 minutos después de su aplicación
El estudio también calculó su vida media: 13.76 minutos para linalol y 14.30 minutos para acetato de linalilo.
Esto demuestra que estos constituyentes del aceite esencial no permanecen en el torrente sanguíneo por mucho tiempo, sino que el cuerpo los metaboliza fácilmente.
Llegando el estudio a la siguiente conclusión:
Su naturaleza lipofílica y su pequeño tamaño molecular hacen que los constituyentes del aceite esencial sean excelentes candidatos para la absorción dérmica. Referencias bibliográficas:
“Percutaneous absorption of lavender oil from a massage oil” by W. Jäger, G. Buchbauer, L. Jirovetz, and M. Fritzer, Institute of Pharmaceutical Chemistry (W.J., G.B., L.J.) and Institute of Medical Chemistry (Mo F.), University of Vienna.
“Dermal Absorption of Essential Oils”, Timothy Miller, ND, RA
2 comentarios sobre “¿Cómo atraviesan la piel los aceites esenciales? Perfusión aromática.”